sonrió, tomandolo a todas luces como un cumplido. Se dejó tomar el brazo y lo acarició con su otra mano en un gesto cariñoso, contento.
-Lo mejor de ser prefecto es esto, no?- bajando las escaleras con energía..- poder salir de noche a mirar el cielo sin que nadie te diga nada.- Abrió la puerta a la chica, invitandole a pasar con una sonrisa..
- Pase madmoiselle..-